Perfiles Humanitarios: La historia de un piloto de helicóptero de la Fuerza aérea que se convirtió en nuestro Jefe de Operaciones

Entrevista por Connecting Business initiative

¿Qué querías ser cuando eras niño?

Mi familia fue muy numerosa: fuimos nueve hermanos, cuatro hombres y cinco mujeres (yo soy el octavo). No teníamos grandes cosas, pero teníamos lo suficiente para ser felices. Dos de mis hermanos hombres, son ingenieros. Yo también quería serlo para poder construir casas para todas las familias y tener un mundo mejor. Jugaba mucho con los niños de mi barrio a desempeñar diferentes roles, unos días era doctor, otros días era policía, otros días ingeniero y así podríamos ser lo que quisiéramos ser – lo importante era que estábamos siempre juntos.

¿Tuviste mentores o individuos que te hayan inspirado en tu trayectoria?

Por cuestiones del destino, después de mi último año de secundaria, hice servicio militar con la Fuerza Aérea del Perú, empezando con el grado más bajo de soldado. No sabía cómo era esa vida, pues en mi familia no había ningún militar ni policía, todo era nuevo para mí. Sin embargo, me apasionaba mucho ver la forma como se podía ayudar mediante el servicio desinteresado que brindan las fuerzas armadas a la población, poniendo a su disposición a su personal y los diferentes equipos que éstas administran.

Fue un amigo al que recuerdo mucho, un Coronel, el me sugirió que yo podría ingresar a las filas de la Fuerza Aérea. Fue en ese momento en el pensé dejar mi primer sueño de ser ingeniero y convertirme en el primer militar piloto que tendría mi familia.

Es así que, después de ese año de servicio militar, ingresé a la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú y empecé mis cinco años de estudio, después de los cuales me gradué como oficial piloto de helicópteros de esa institución.

¿Cuáles fueron algunos retos o desafíos que tuviste a lo largo de tu carrera?

La carrera militar no es fácil y eso también conlleva el movimiento de toda la familia. Por este motivo tuvimos que viajar por muchos lugares del Perú y conocer también como era cada uno de ellos. He pasado 35 años de mi vida en la institución, hasta el grado de Coronel, pero cada uno de ellos valió la pena. Estuve en muchas actividades, unas muy buenas y otras que tuvieron que ver con diferentes temas de desarrollo y de seguridad nacional. Las guerras no son buenas, y me tocó participar en una contra el Ecuador. En ese momento desarrollé el trabajo lo mejor que pude y, gracias a eso, fui condecorado por el Perú como Héroe de Guerra y obtuve el título de Defensor Calificado de la Patria. Trabajé también contra el narcotráfico y el terrorismo, dos lacras sociales que hacen mucho daño a toda la población.

Por su ubicación geográfica, el Perú es de muy difícil acceso por vía terrestre. Por un lado, está la cordillera de los Andes que, por su altura, dificulta el acceso a las poblaciones que viven en zonas muy elevadas. En la selva también hay poblaciones que, por su extensión, son muy difíciles de alcanzar. En este sentido la Fuerza Aérea cumple una función muy importante de integración de todo el territorio nacional.

Yo en particular, como piloto de helicóptero, he podido participar en muchas actividades de evacuación aeromédica de personal necesitado en diferentes poblados alejados, así como auxiliar a personas cuando éstas han sido dañadas por un fenómeno natural como sismos, deslizamientos, friaje o Fenómeno del Niño, entre otros. He trabajado arduamente en programas de ayuda, junto con otros países, como por ejemplo cuando la Fuerza Aérea me envió como jefe del destacamento del Perú en la República de Colombia para participar en el gran entrenamiento de apoyo a la población ante diferentes desastres naturales, en un ejercicio multinacional denominado Ángel de Los Andes.

En este momento me di cuenta de que gran parte de mi vocación era ayudar a más personas, sin sentirme superior a ellas, sino teniendo una gran empatía para acercarme de una manera adecuada y compartir los sentimientos que ellas tenían en este momento.

¿Cómo empezaste a trabajar en la reducción del riesgo ligado a desastres? ¿tuviste un momento en particular cuando te diste cuenta de lo importante que era este tipo de trabajo no sólo para ti, sino para otros y para el Perú de una manera general?

Después de la actividad desarrollada durante 35 años en la Fuerza Aérea del Perú, como piloto de helicópteros, mi carrera militar llegó a su fin con el grado de Coronel (que tuve durante los últimos nueve años). En ese momento pensé que se había acabado la forma más digna que conocía de ayudar a la población, pero el destino puso nuevamente en mis manos otra forma de seguir ayudando, porque fue en ese momento en el que me incorporé a la magnífica organización a la que actualmente pertenezco: la asociación civil Hombro a Hombro.

A través de esta organización he podido desarrollar diferentes aspectos, como por ejemplo trabajar mucho en la preparación ante desastres, a través del dictado de talleres para que las familias puedan saber cómo enfrentar sismos de gran magnitud, y como jefe de operaciones he podido acudir lo más pronto posible a la zona afectada por algún desastre a observar y a determinar las necesidades de la población damnificada para brindar pronta ayuda. 

Con estas acciones me di cuenta de que mi trabajo de servicio continuaba. Pertenecer a Hombro a Hombro me ha permitido sentirme así, hombro a hombro, con las personas necesitadas. Lo valioso de brindar ayuda es entregarla con el corazón, con el sentimiento de poder decirle a alguien: “no estás solo en tus momentos de mayor vulnerabilidad”.

¿Te consideras un humanitario? ¿por qué sí o por qué no?

Sí me considero humanitario, porque he dedicado mi vida al servicio de los demás. Pienso que todas las personas tienen una forma de ayudar a alguien; en mi caso he podido llegar directamente a lugares donde las personas han sufrido daños considerables. Son los momentos más difíciles de sus vidas, y llegar a ellos oportunamente es indispensable.

¿Qué es una cosa que muchas personas no saben de ti o sobre la cual se equivoca?

Me ha pasado algunas veces que, por la formación de la vida militar que llevé, mi manera de expresarme y de hablar es un poco dura, y a veces no se entiende que esa dureza y forma de expresarse es para conseguir que las cosas se entiendan de una manera clara y correcta y se lleven a cabo, porque no podemos cometer errores cuando brindamos ayuda a la población.

¿Cuál es tu mensaje a jóvenes que están intentando manejar los desafíos de hoy sea COVID, el cambio climático, el desempleo, y otros?

Mi mensaje a los jóvenes es que busquen un sentido a sus vidas, que entiendan claramente el por qué están en este mundo, cuál es su propósito para trascender en la sociedad, que piensen qué van a dejar como legado a las personas que sigan para que, con su grano de arena, puedan lograr grandes cosas. Los jóvenes tienen en sus manos el futuro del mundo. Lo que ellos recibieron pueden mejorarlo y crear cosas nuevas.

¿Si tuvieras un deseo o una varita mágica qué cambiarías y por qué?

Esta es una pregunta muy difícil en vista de que hay muchas cosas que me gustaría cambiar, por ejemplo, poderle dar a las personas un sentido máximo de responsabilidad general para que, con sus acciones, no destruyan a la naturaleza. Me parece que los grandes problemas de enfermedades y de algunos fenómenos naturaleza que enfrenta el mundo en este momento son producto de la falta de responsabi9lidad con el medio ambiente. Si nosotros no cuidamos el mundo en el cual vivimos, lo vamos a llevar a la destrucción.

¿Por qué crees que es importante que las empresas estén involucradas en la respuesta humanitaria en el Perú?

El sector empresarial es de suma importancia en una sociedad, ellos se encuentran posicionados en todo el territorio nacional y sus empresas se dedican a diferentes actividades. Es más, muchos de los procesos que se desarrollan en la ayuda a la población, las realiza el sector privado de una manera eficiente pues tienen experiencia de trabajo de muchos años. Por eso, el sector privado puede contribuir de una manera efectiva tanto en bienes, servicios, en dinero y en conocimiento cuando se tenga que apoyar a la población en caso de un fenómeno natural de gran magnitud.

Es necesario construir esta red de privados a nivel país para estar organizados. En este, sentido Hombro a Hombro está reuniendo un gran número de empresas para este fin y ahora, con la ayuda del CBi, esa red va a crecer a nivel internacional y vamos a poder coordinar diferentes tipos de ayuda entre las diferentes redes de privados en el mundo.

Como resultado de las últimas acciones de apoyo del sector privado en el Perú, ya sea ante el COVID o ante un desastre de gran magnitud como un sismo, los privados podemos trabajar de la mano junto con el Estado de una manera coordinada y mucho más eficiente.

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