Economía del Comportamiento: Aplicaciones a la economía pública.
La Economía del Comportamiento, disciplina que combina elementos procedentes de la Economía y la Psicología, ha ganado terreno de forma sustancial durante los últimos años en la Ciencia Económica. Artículos de autores que se identifican con este enfoque ocupan un lugar importante en las más prestigiosas revistas académicas, uno sus padres fundadores, Daniel Kahneman, fue galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2002, y se le atribuye avances en la investigación sobre la forma de pensar de los seres humanos. Kahneman trata de demostrar que las finanzas no son tan predecibles como parecen, para ello sostiene que tenemos dos vías de pensamiento: el Sistema 1, rápido, intuitivo y emocional, y el Sistema 2, más lento y racional. El primero proporciona conclusiones de forma automática, y el segundo, respuestas conscientes, otros autores como Amir, Ariely y Mullainathan mencionan la gran oportunidad para que ciencias como la economía del comportamiento contribuyan a la elaboración de políticas públicas más eficientes.
La llamada Economía del Comportamiento surge a partir de una aproximación de varias disciplinas (Psicología, Sociología y Antropología) con el enfoque tradicional de la Economía; tiene como objetivo analizar la conducta de los individuos y su sociedad, y en los últimos años ha revolucionado la manera de entender los procesos de toma de decisiones económicas, enfatizando la investigación de los sucesos en los mercados, cuando los agentes del mercado sufren las limitaciones y complicaciones propias de los seres humanos.
La base de la Economía del Comportamiento parte de la constatación de que todos los agentes tienen limitaciones cognitivas, que son incapaces de procesar racionalmente cantidades grandes de información, que toman decisiones de forma emocional y están sujetos a sesgos en el manejo de probabilidades, estando muchas veces dispuestos a sacrificar su propio interés para satisfacer diferentes formas de preferencias sociales.
Autores recientes de la Economía del Comportamiento hacen mención al concepto de «nudge», significa en inglés -dar un ligero golpe con el codo -, y fue el título elegido por los economistas del comportamiento Richard Thaler y Cass Sustein para su best seller homónimo. Nudge (2008) donde recopila decenas de recomendaciones de política que conllevan «pequeños estímulos para grandes cambios».
El ejemplo estrella de estas políticas es” la donación de órganos» – Poner como default que el sujeto es donante y cuando renueve el DNI ofrecerle si quiere cambiar su condición a no donante generaría muchos más donantes que hacerlo al revés -.En los lugares donde se probó invertir estas alternativas, los resultados fueron impresionantes. Por ejemplo, en Illinois, Estados Unidos, la tasa de donación de órganos saltó del 38 al 60 por ciento.
Otro ejemplo en políticas públicas, es la iniciativa del Municipio de Chicago, EE.UU, en una ruta del este de la ciudad que durante años fue una trampa mortal para los conductores que no bajaban la velocidad y se estrellaban en una serie de curvas en “S” muy pronunciadas, se pintaron líneas blancas cruzando la calle, con una distancia cada vez menor entre ellas. Esto crea una ilusión: los conductores tienen la falsa sensación de que están manejando cada vez más rápido, e instintivamente pisan el freno.
Los ejemplos mencionados nos demuestran cómo podemos aprovechar los conceptos de la Economía del Comportamiento para la implementación de nuevas políticas públicas, así como recordar que una intervención solo tendrá éxito si la gente realmente se comporta de la manera como quienes diseñaron la política lo previeron. Aquellos programas diseñados sobre la base de un modelo de elección racional a menudo no logran los resultados esperados porque la gente no siempre se comporta de manera completamente racional. He ahí el poder de la economía del comportamiento, donde es fundamental un buen diagnóstico que mire la estructura del problema y que, mediante programas piloto pruebe su efectividad, dando a la gente la posibilidad de elegir y no obligar a un determinado comportamiento.
Nota de Prensa: Conferencia Magistral Economía del Comportamiento
El día jueves 21 de agosto se llevó a cabo en los salones del Hotel Hilton, el evento “Problemas Sustanciales, Soluciones Innovadoras: Aportes Concretos de la Economía Conductual a las Políticas Públicas”, organizado por VIDENZA Consultores en asociación con la Universidad de Piura y el Grupo Backus Sab Miller.
La ponencia estuvo a cargo del PhD. Sendhil Mullainathan, – economista y profesor de la Universidad de Harvard, co fundador del Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab – J PAL-, y el panel contó con la participación de los ministros Milton Von Hesse y Piero Ghezzi, y el representante del BID en el Perú, Fidel Jaramillo.
Por último la clausura estuvo a cargo de la Sra. Cayetana Aljovin, Directora General de la oficina Perú de Llorente & Cuenca.